ATLANTIC BAROQUE ORCHESTRA - Sobre los cuatro pilares, por Franz Stern -.


                                 Franz Stern. - Como usted dice, en su proyecto se contemplan cuatro pilares fundamentales; un patrocinador, un colaborador, una sección de amigos de la orquesta, y por último, el caché profesional de la orquesta, conjuntamente con los derechos de merchandisig que genere esta. Todo parece muy simple.

         Así es; las cosas para que funcionen, no tienen por que ser obligatoriamente complejas. Simplemente queremos que sea de esta forma, por que pensamos que si estos pilares son sólidos, es suficiente para que el proyecto se sostenga.

                                                              Franz Stern. - Es como si ustedes, lo tuviesen absolutamente todo calibrado.

                                                              Hemos hablado mucho sobre esto y simplemente procedemos y decidimos nuestra forma de trabajar, en base a una filosofía y a una metodología de trabajo muy concreta; afortunadamente no todas las personas tenemos una misma perspectiva de la vida y esto es también aplicable al mundo de la música, por que esta es para nosotros, una parte fundamental de nuestras vidas. No tenemos nada calibrado, nada controlado, solo tenemos la esperanza que trabajando duramente, y honestamente, vayan apareciendo los resultados que todos anhelamos. Desde el principio, fuimos conscientes, que detrás de una firma comercial hay personas y dependemos de estas, pero tengo la plena seguridad de que estamos en un entorno de calidad a todos los niveles y  que estas son responsables y comprometidas.

                                                              Franz Stern. - ¿Y si algo falla?. Ustedes han decidido renunciar a cualquier tipo de subvenciones públicas, que la mayoría de las orquestas solicitan para su supervivencia. Me imagino, que tendrán un plan alternativo en la recámara.
                                                                                                                                                                    
                                                              No, en absoluto; el fin de este proyecto es ejecutar música, pero no a cualquier precio, por que para nosotros hay cosas imprescindibles, como los valores fundamentales del ser humano, por las personas que en un futuro se integren en esta orquesta, la funcionalidad y la creatividad de esta y todo esto solo se consigue con plena autonomía. Con este margen de maniobra, una orquesta puede hacer cosas muy interesantes y enriquecedoras, tanto para la propia orquesta, como para el público que debemos cuidarlo como realmente se merece, por que los músicos tenemos, casi la obligación de estar cerca de él. Un verdadero amante de la música clásica, independientemente de su edad, tiene que tener la mejor sensación a todos los niveles, de sus orquestas, de sus directores y de sus solistas preferidos. Si no hay público y fieles seguidores, ya podemos bajar el telón para siempre, y sabemos que a nadie nos conviene esto.



José Nikolaus Mella


                                                              Franz Stern. - Acaba de decir, independientemente de su edad.

                                                              Efectivamente. Afortunadamente, hay muchos padres que tratan de implicar a sus hijos desde muy pequeños en esto de la música clásica, a diferentes niveles y esto es algo maravilloso; es un trabajo muy digno que hacen ellos. Los beneficios son múltiples, y palpables para la familia, pero especialmente para ellos; haciendo esto los niños crecen, piensan y sienten de forma diferente. Los niños actuales maduran muy rápido y pronto adquieren la capacidad de elegir esto, o lo otro. Yo desde muy pequeño ya seguía el Concierto de Año Nuevo, con la Filarmónica de Viena; cuando llegaban las Navidades, ya estaba deseando que llegase el día; era mi concierto, mi orquesta, y las sensaciones que tenía eran indescriptibles; yo por aquél entonces ya estaba implicado, y a esa edad desconocía absolutamente, el significado de este término y naturalmente lo sigo estando ahora. Soy un fiel seguidor de este concierto, y me compro todos los años la grabación original. Este es el público que debemos cuidar especialmente; padres incluidos.

                                                              Franz Stern. - Quiere decir, que el entorno es casi clave, para que una persona empiece a desarollarse en algo en concreto; en este caso la música clásica.

                                                              Usted lo acaba de decir; el entorno es casi clave, pero no es determinante. Sin embargo en mi caso, sí que lo fue. Afortunadamente, ahora la mayoría de los padres actuales y de diferentes estratos sociales, si ven que algún joven integrante de la familia tiene cualidades, y manifiesta interés por esto de la música, terminarán implicándose con él, por muchos esfuerzos que tengan que hacer. Para cualquier padre todo esto tiene que ser un orgullo. La música, como cualquier rama del arte, primero entiende de sentimientos y después de los conocimientos, para todas aquellas personas que se quieran desarrollar definitivamente.

                                                              Franz Stern. - Usted sabe que hay personas, que por su alta condición social, quieren privar, y excluir al resto de acercarse al arte; es como si quisieran cerrar el circulo.

                                                              Estoy completamente seguro, que hay personas con esas intenciones, pero nunca lo conseguirán y lo único que pueden hacer, es aparentar falsos sentimientos; afortunadamente el dinero no puede comprar, ni los puros sentimientos, ni las grandes cualidades.

                                                              Franz Stern. - Veo que lo tienen absolutamente claro; o sea que morirán con sus ideas. Si me permite decirle, son ustedes unos románticos.

                                                              Así es, ¡es que me encanta Franz Schubert!

                                                              Franz Stern. - A veces, el punto de encuentro entre músicos, está tan lejano, que nunca llegan a él; usted y Hayk llegaron muy rápido.

                                                              Cuando Hayk y yo, empezamos a caminar juntos, ya sabíamos a donde nos dirigíamos y nunca perdimos el Norte; de Hayk solo puedo decir que es como un hermano para mí; es un músico excelente, y muy versátil, pero su verdadera ubicación es la música barroca. Afortunadamente pensamos, y sentimos la música de la misma forma.

                                                              Franz Stern. - Así, el camino es más fácil.
                                                        
                                                              Sabíamos que nos enfrentábamos a un largo viaje, pero este lo afrontamos con esperanza y al mismo tiempo con la plena realidad, que iban a surgir dificultades por el camino, y así sucedió, pero no entre nosotros; resistencia era lo único que necesitábamos para llegar al final.

                                                               Franz Stern. - ¿Qué es lo que está haciendo actualmente?

                                                              Hayk, imparte clases de violín, y la verdad que los alumnos que están en manos de él, son unos afortunados. La música no solo es teoría, es un error enseñarla de forma automatizada e insípida, aunque algunos maestros hay que eximirlos de esto, por que no tienen la capacidad de hacerlo de otra forma más creativa; simplemente hay que buscar el idóneo. También está haciendo música de cámara contemporánea; le puede parecer contradictorio, pero tan solo hace unos días estuvimos hablando sobre Phillip Glass, y Arvo Pärt, y creo sinceramente que es una experiencia enriquecedora. Admito que hay algunas obras de estos compositores, que alteran mis emociones. Si algún día coincide con ellos, pregúnteles lo que piensan, y sienten por J. S. Bach. Todo esto es transitorio y necesario para él y para mi; estoy completamente de acuerdo.

                                                              Franz Stern. - ¿Tiene usted, o hay algún punto de referencia actual, que alguien debiera fijarse en esto de la música clásica?.

                                                              Adoro la diversidad; por esta razón mi punto de referencia, no es solo actual, sino constante, y ese es Nikolaus Harnoncourt.

                                                              Franz Stern. - ¿Herr Harnoncourt?

                                                              Así es; como usted dice, Herr Harnoncourt ha contribuido mucho al mundo de la música y lo sigue haciendo. Es un hombre con una sabiduría a todos los niveles aplastante, y es un ser humano muy profundo. A él no le hace falta ninguna batuta, por que sabe dirigir como nadie una orquesta, con las diferentes intensidades de su profunda mirada y con sus movimientos  estéticos y completamente naturales; dulce o volcánico, según lo requiera la obra. Me asombra su versatilidad, y creatividad; desde Monteverdi, y Bach, pasando por Mozart, y Haydn, hasta Johann Strauss. Él es un director que infunde respeto a los músicos, pero al mismo tiempo es democrático y sabe escuchar; el conoce perfectamente como eran las orquestas rígidas de antes, donde ninguno de sus integrantes podían decir, ni opinar absolutamente nada, excepto su director titular. Se que hay otros directores muy buenos y también les tengo aprecio, pero Nikolaus Harnoncourt, es alguien muy especial para mi y soy consciente que de una manera u otra ha marcado mi vida. Llevo muchos años siguiendo a este director, y tengo prácticamente todo lo que ha grabado. Puedo estar hablando horas y horas, sobre este ser humano ejemplar, y si lo sigo haciendo, voy a terminar emocionándome; bueno de hecho ya lo estoy. Por último decir, que una de las alegrías de mi vida, fue cuando me enteré que dirigía su primer concierto de Año Nuevo, en el 2001; nada más y nada menos, que el primero del siglo XXI. Ese es el gran regalo que le hicieron. La orquesta, que esta vez es la que elige al director para este evento tan especial, sabía muy bien a quien le tenían que otorgar ese concierto.

                                                              Franz Stern. - No todo es música barroca.


José Nikolaus Mella

                                                            
                                                              En absoluto, pero admito y con mucho orgullo, que esta música es la que me llega más al corazón, la que más me enriquece, pero no me cuesta nada avanzar, cuando hablamos de otros estilos; de hecho casi todas las orquestas barrocas, abordan el repertorio galante, y el clásico y hasta algunas llegan hasta el romántico, con L.v. Beethoven. Necesito a Mozart, a Beethoven, a Schumann y especialmente a Schubert. Un día seguí, con mucha atención, un documental sobre Schubert, narrado por el pianista húngaro András Schiff; por cierto uno de mis pianistas favoritos y nunca me olvidaré de lo que dijo, sobre que Bach es el Padre, Mozart el Hijo, y Schubert el Espíritu Santo. El hace clara referencia, a tres de los más grandes compositores, pero de estilos bien diferenciados a todos los niveles. A veces me los imagino juntos en alguna parte del universo, componiendo en la invisibilidad y todo esto me emociona, y me hace llorar con bastante frecuencia. Tenemos la gran responsabilidad y la obligación de cuidar el legado que nos dejaron; todo esto es irrepetible y casi mágico; un verdadero Patrimonio Artístico y Cultural de la Humanidad.

                                                              Franz Stern. - En unos días vuelo a Milán; ¿Qué le dice esa gran ciudad?

                                                              Absolutamente todo. Es una ciudad, que esté donde esté, siempre la llevaré dentro de mi corazón. Todo lo que me sucedió allí en mis estancias y en los viajes que hice, fueron experiencias muy enriquecedoras para mi formación como músico. A finales de Abril de este año, estaré allí de nuevo.

                                                              Franz Stern. - Allí, fue un principio y casi un final. ¿Es así?

                                                              Así es.

                                                              Franz Stern. - Este proyecto, no tiene absolutamente nada que ver con lo anterior.

                                                              Es verdad; es música, pero esta vez la perspectiva de este proyecto, como usted dice, no tiene absolutamente nada que ver con lo anterior; antes solo era yo y una orquesta, con unas fechas muy aisladas en el tiempo. La primera vez, me sentí muy extraño al verme rodeado en una atmósfera nada común, bajo unas circunstancias muy puntuales, y en un entorno prácticamente cerrado, pero fue una experiencia inolvidable; para escribir un libro. Estoy muy orgulloso de esa pequeña etapa de mi vida.

                                                             Franz Stern. - La primera vez que fue a Milán, lo hizo acompañado por una persona muy especial para usted; su mentor, y un erudito de la música clásica; especialmente de la barroca, y mitómano de J. S. Bach, pero que ya no está con nosotros. Me imagino que tendrá muchos recuerdos.

                                                             Aquella primera vez, era imprescindible que él me acompañara, por que me presentó a esa gente; fue un viaje, y una estancia inolvidable. Así como los días previos al concierto tuve mucha tensión; el vértigo de que algo saliese mal, y decepcionar a las personas que me habían abierto una gran puerta, y también su corazón. Nada más ejecutar la última nota, lo busqué con mi mirada, y después al clavecinista, que era el director, que sonriendo asintió levemente con su cabeza. Cuando acabó todo, entre bastidores, él se acercó a mí y me dijo visiblemente emocionado dándome un abrazo, - Estoy muy orgulloso de tí; realmente ha merecido la pena y quiero que sigamos caminando juntos -. Ese plano lo repaso multitud de veces y lo sigo haciendo por que lo necesito. Hice varios viajes con él, pero ese viaje fue el más especial. Ahora desgraciadamente, ya no está con nosotros. Le estoy muy agradecido por todo lo que hizo por mí, y lo mínimo que puedo hacer, es acordarme de él todos los días para dignificar su memoria. Él, y mi abuelo eran como hermanos; dos hombres con unos valores muy profundos, que compartían cosas de la forma más honesta y creativa. Ellos fueron dos hombres determinantes en mi vida.


                                                             Franz Stern. - Un hombre con estas características, puede aportar mucho más, que la mera enseñanza musical.

                                                              Él, fue un hombre muy humano, con gran sensibilidad, alguien que conseguía que cada clase, se convirtiera en un largo y maravilloso viaje con imágenes en el tiempo. Nunca tuve la sensación del más mínimo aburrimiento y agotamiento en su compañía; de hecho cada clase que tenía con él, antes de llamar a su puerta me preguntaba interiormente con una exclamación, ¡a ver que me tiene preparado para hoy! Recuerdo perfectamente que un día, nada más abrir la puerta me sonrió y me dijo, - hoy vamos a hablar de ciertos detalles esenciales de la vida de Bach, ¿te parece bien? - Cuando se salía del guión, siempre terminaba preguntándome con un, - ¿te parece bien? -
                      
                                                              Él, me hizo ver, que escudriñar ciertas partes de la vida de los grandes compositores, era esencial para interpretarlos. Aquel día me habló de los viajes que hacía  J. S. Bach, por dentro de su país, que duraban meses, con el cometido de conocer ampliamente las diferentes características de algunos órganos, que se encontraban en sus iglesias correspondientes. También me hizo ver, que los seres humanos, en algunos momentos de nuestras vidas tenemos que reflexionar sobre la vida y la muerte, y que hablar de temas profundos, son esenciales para humanizar al ser humano.

                                                              Franz Stern. - Bueno, también Nikolaus Harnoncourt, ha marcado su vida.

                                                              ¡Por supuesto!, él también lo hizo; de hecho existió una conexión.

                                                              Franz Stern. - ¿Por qué ahora todo esto, y no antes?. Me he informado correctamente, contrastando cosas concretas de forma minuciosa y admito que ha sido tarea compleja, por que las fuentes de información que hay disponibles sobre usted como músico, son casi inexistentes, pero del material que dispongo, tengo que decir que es muy interesante, y sorprendente y al mismo tiempo, aunque no quiero ser reiterativo, muy romántico.

                                                              Estoy completamente seguro, que volveremos a vernos y me comprometo a contestar a esta pregunta en otra ocasión, sin ningún tipo de evasiva.

                                                              Franz Stern. - ¿Adónde se dirige el mundo de la música clásica?; las expectativas parecen que no son las mejores. ¿Sinceramente que piensa usted?

                                                              Sinceramente, pienso que la pregunta que debemos hacernos, es a nosotros mismos y decir, ¿Adónde me dirijo yo? La música, es algo que forma parte de nuestra vida a diferentes niveles; quiere decir que hay profesionales, y consumidores como cualquier otra mercado, habiendo dinero por medio; la responsabilidad de hacer las cosas correctas, es por ambas partes. Desgraciadamente la sociedad está llegando al borde del abismo. Todo esta miseria viene precedida por una falta de los valores principales y básicos del ser humano y la gran permisividad que nosotros mostramos ante las injusticias sociales. Me produce mucha tristeza, saber que de todo esto, hay algunas personas que obtienen ingentes beneficios, y estos, son lo de siempre.
                                                            
                                                              Franz Stern. - Si le soy sincero, particularmente les deseo lo mejor, por que percibo que en el entorno de ustedes, hay frescura, y se respira una mezcla de ética y creatividad. Admito que su mensaje ha llegado a mi corazón y pienso seguirles de todas las formas posibles, que ustedes me permitan.

                                                              Muchas gracias; yo también tengo que admitir, que lo que usted acaba de decir, también ha llegado a mi corazón.

                                                              Franz Stern. - Por último, recordarle que hay una pregunta, y una respuesta concreta para otra ocasión; como me dijo hace unos instantes, espero que se comprometa a contestarla.

                                                              No se preocupe, lo haré.

                                                            

 - UNA ENTREVISTA REALIZADA POR FRANZ STERN, EN HOLLAND PARK,LONDRES -